Las apariciones, las visiones y las revelaciones después del 13 de octubre de 1917
Revelación de Nuestro Señor, primavera de 1936.
La devoción al Inmaculado Corazón de María.
La hermana Lucía preguntó a Nuestro Señor por qué no convertía a Rusia sin que el Papa hiciera primero la consagración.
«Porque quiero que toda mi Iglesia reconozca esa consagración como un triunfo del Inmaculado Corazón de María, para después extender su adoración y poner, al lado de la devoción a mi Divino Corazón, la devoción a este Inmaculado Corazón.
– Pero Dios mío, el Santo Padre no me creerá si no lo mueves tú mismo con una inspiración especial.
– ¡El Santo Padre! Ora mucho por el Santo Padre. ¡Lo hará, pero será tarde! Sin embargo, el Inmaculado Corazón de María salvará a Rusia, se le ha confiado».
En cuanto a México, España y Francia, saben que no están incluidos en la promesa. Será necesario contar con la generosidad de la misericordia divina... La última vez que hablé con el obispo, él me prometió ocuparse de este tema; pero no sé si lo hizo. Entrego todo en manos de Dios y al cuidado del Inmaculado Corazón de María, y me esfuerzo por trabajar en mi campo de acción, que es el sacrificio y la oración.
Carta de Lucía del 18 de mayo de 1936 al Padre Gonçalves.
Bibliografía