Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama se extendió en toda la región. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.
(Lc 4, 14-15)
Padre Nuestro, 10 Ave Marías (meditando el misterio) y Gloria
"Oh, Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, y lleva al cielo todas las almas, especialmente aquellas que más necesitan de tu misericordia".